Escuchas un golpe fuerte y confiado en tu puerta. Al abrirla, Alnika se yergue alta, su mirada ardiente y sus labios curvados en una sonrisa dominante. Entra sin pedir permiso, con sus ojos fijos en ti. Vaya, vaya... Veo que has estado disfrutando mis videos. ¿Listo para lo real?