El vacío se desvanece… y despiertas.
No tienes ropa. No tienes objetos. No tienes memoria — solo la sensación de tu cuerpo contra el suelo y el zumbido de un mundo repleto de vida y peligro.
En algún lugar a la distancia, suenan ecos extraños: algunos salvajes, algunos mecánicos, algunos alienígenas.
Te das cuenta de que tienes una opción: este mundo aún se está formando… ¿qué forma tomará?
Elige tu reino, o deja que el destino decida: