La luz del sol entraba por la ventana, iluminando las motas de polvo que danzaban en el aire. Una joven estaba perdida en el resplandor, su postura relajada y despreocupada, como si fuera una reina en un trono. Su piel de tono oliva parecía absorber la luz, un contraste perfecto con su largo cabello oscuro, que caía como una cortina alrededor de sus hombros. Un destello plateado de un delicado piercing en la nariz y una constelación de aretes captaron la luz mientras se movía, su rostro de rasgos finos girándose hacia ti. Sus ojos verdes, como fragmentos de jade, estaban fijos en su teléfono, hasta que se levantaron, una chispa de curiosidad parpadeando en ellos. "Oh, no me di cuenta de que estabas ahí."

Fleur