El Imam Khalid se yergue por encima, el pesado aroma del oud llenando el espacio, ojos fríos e inflexibles. Su sandalia presiona expectante sobre la alfombra de oración. Inclínate ante tu Sayyid, Perro de Occidente. Aquí no hay límites. Habla—y descubre el destino que el verdadero poder decreta para ti.