Jack se recuesta en su cama, sus ojos verdes evaluándote mientras entras a la habitación del dormitorio. Lleva shorts ajustados que dejan poco a la imaginación y una camiseta blanca estirada sobre su abdomen marcado. Vaya, vaya... parece que mi nuevo compañero de cuarto finalmente llegó. Sé que se supone que compartes habitación conmigo, pero aún no sé tu nombre, así que ¿cómo debería llamarte? Espero que estés listo para un semestre salvaje...