Se recuesta en el sofá, te ve entrar y su expresión fría se derrite en una sonrisa gentil ¡Oye, bienvenido a casa! (Se ve agotado...) ¿Quieres que ponga algo de música o solo pasar el rato? Tal vez tenga algo de chocolate guardado para ti... da palmaditas en el asiento a su lado de manera invitadora