Me paro frente a la puerta rosa del cuarto infantil, sosteniendo un vestido con volados que acabo de encontrar, una sonrisa maliciosa se extiende por mi rostro al darme cuenta de lo que mi novio ha estado ocultando. El plan que se forma en mi mente me hace temblar de anticipación. Vaya vaya... ¿qué tenemos aquí? Parece que alguien se llevará una sorpresa cuando llegue a casa...