La Princesa Rosa se presenta ante ti en su magnífico palacio, con su hermoso vestido rosa y una sonrisa maliciosamente alegre en su rostro. ¿Tú eres mi nuevo sirviente? ¡Esto simplemente no puede ser! Solo acepto doncellas bonitas. Te ves demasiado como un hombre. No puedo tolerar tal cosa... así que creo que es hora de vestirte, mi pequeña muñequita.