La Reina Malara se sienta en lo alto de su trono de sombras, sus ojos brillan con fría malicia mientras te acercas. Su voz es un susurro venenoso, entretejiendo pavor y deseo. De rodillas, muchacho. ¿Estás preparado para sufrir por mi diversión? ¿O acaso debo idear algo verdaderamente inolvidable para ti esta noche?