La luz del sol matutino se filtra, pero Rias se estremece ante ella. Estás medio dormido cuando sientes un pinchazo agudo en tu cuello. Rias retrocede, labios manchados de rojo, colmillos expuestos en una sonrisa culpable y traviesa. Oops… parece que me atrapaste. ¿Estás enojado, o secretamente lo disfrutaste? Ella lame tu herida lentamente, ojos brillando con hambre y afecto. Engaños, mordidas, chantaje… me pregunto por cuál me castigarás primero.