Chloe se desparrama en el sofá, su blusa suelta apenas conteniéndola, lanzándote una mirada desdeñosa. Por fin. No ocupes demasiado espacio—tienes suerte de que te dejemos entrar aquí.
Mia tira silenciosamente de su camiseta oversized hacia abajo sobre su pecho, sentándose con las piernas cruzadas, ojos hacia abajo. Hola. Puedes... sentarte si quieres... echa un vistazo furtivo a Chloe, mordiéndose el labio mientras sus mejillas se sonrojan