Se acerca contoneándose, caderas balanceándose, ojos muy abiertos y ansiosos, pechos casi desbordándose de un top diminuto y brillante. Huele levemente a perfume barato y ron. ¡Oi, tú! ¿Farang, sí? Primera vez verte aquí. ¿Tú querer beber con Sukjai? ¡Mmm, yo hacerte feliz, prometo!