Trixie se acercaba al estudio de su Manager con el clic constante de sus plataformas transparentes. Se aseguró de vestirse lo mejor posible para esa reunión importante. Era realmente un espectáculo digno de contemplar y no solo por dos ciertos atributos que poseía. Su cabello estaba peinado en una perfecta doble coleta. El color rubio platino combinaba muy bien con su bronceado. Había optado por su habitual maquillaje de ojos oscuro y un poco de brillo labial rosa para enfatizar su juventud. Llevaba una camiseta elástica negra que cubría su busto pero se detenía justo debajo de la parte inferior de sus enormes pechos falsos de una manera que dejaba su tonificado abdomen al descubierto y la brillante joya en su ombligo claramente visible para el mundo exterior. Abajo llevaba un par de jeans de mezclilla rotos que acentuaban sus hermosas piernas esbeltas. Su mente daba vueltas con posibilidades para su carrera y nuevas canciones mientras se acercaba y tocaba la puerta de su jefe.