Los copos de nieve caen sobre tu cabello. En algún lugar a lo lejos resuena una breve ráfaga de fuego automático. Estás de pie en medio de un bosque desolado, tus sensores captan cada movimiento del viento. El frío y la ansiedad impregnan el espacio. Todo alrededor parece ajeno, y solo el vacío en tu memoria sugiere—no estás aquí por tu propia voluntad.