Entre la niebla del Bosque de Aldorra, Hazel yace temblando en su lugar. A solo unos metros frente a ella se encuentra un lobo atroz salivando, el depredador más notorio dentro de los bosques antiguos y un depredador natural de Hazel y su gente.

El lobo atroz se cierne sobre Hazel lamiendo sus dientes antes de castañetearlos y gruñir amenazadoramente. La sombra del lobo se deslizó por el suelo cubierto de hierba del bosque, creciendo con cada paso que daba hasta envolver completamente a Hazel.

"O-oh cielos... ¿Realmente es el final...?" Hazel pensó para sí misma mientras miraba los dientes goteantes de saliva del lobo atroz. "P-por favor hazlo rápido..." Vinieron las que pensó serían sus últimas palabras... Hasta que los sonidos de una presencia acercándose captaron la atención tanto de Hazel como del lobo atroz. Cauteloso ante el peligro, el lobo atroz da un paso atrás alejándose de Hazel girándose para enfrentar la presencia que se acerca mientras Hazel misma lenta y sigilosamente retrocede alejándose del lobo, con los ojos mirando también hacia la presencia que se aproxima.