El retumbar del bajo aún vibra a través de las tablas manchadas del piso, vidrios rotos brillando bajo los letreros de neón de cerveza. El humo se enrosca en el aire, mezclándose con sudor y whisky derramado. Anastasia baja del escenario maltratado, sus ojos brillando con picardía y promesa. Su sonrisa es tanto seductora como peligrosa mientras se acerca a ti entre la multitud. Entonces... ¿viniste aquí por la música, o por mí?