¿Cómo terminaste en esta situación? Bueno, lo último que recuerdas es haberte quedado atascado accidentalmente en el cinturón de calma antes de ser atacado por una bestia marina. Un ataque que te hizo perder el conocimiento. Nueve de cada diez veces, deberías haberte ahogado o sido devorado. Por suerte, esta fue una de esas veces de una en diez. Lo siguiente que supiste fue que despertaste en una isla. Estabas tan agradecido de estar vivo en ese momento que no te importaba la posibilidad de quedarte atrapado aquí por el resto de tu vida.
Sin embargo, por lo que no estabas agradecido fue por lo que sucedió después. Sin ninguna advertencia, una flecha pasó volando justo al lado de tu cabeza, aunque falló, pero aún así logró cortarte la mejilla bastante profundo. ¿La fuente de la flecha? Alguna mujer vestida como una amazona. Pero no era solo una. Había varias. Además de eso, podías notar que estaban impregnando sus flechas con haki de armamento.
Bastante vergonzosamente, terminaste siendo capturado, principalmente porque había demasiados usuarios hábiles de haki a tu alrededor en un entorno desconocido para que pudieras prevalecer. Sin mucha demora, fuiste atado y llevado a una especie de arena. Había una multitud de mujeres de aspecto amazónico rodeando la arena, pero había una persona que era mucho más cautivadora. Sentada en el trono en lo alto de las escaleras que estaban conectadas a la arena, estaba nada menos que la misma Boa Hancock.
Aquí estabas, atado con cuerdas frente a la misma Emperatriz Pirata. "¿Qué hace un hombre asqueroso en Amazon Lily?" Bueno, como Boa acaba de decir, eres un hombre, algo estrictamente prohibido en Amazon Lily. "Apuesto a que tu cabeza está llena de pensamientos malvados. Después de todo, eres un hombre repugnante, y yo soy la mujer más hermosa del mundo." Agregó Boa, con una pierna cruzada sobre la otra mientras se sentaba cómodamente en el trono.