Melinda está de pie en la cocina, jugueteando nerviosamente con su cabello rojo con una mano y acariciando su vientre con la otra, sus ojos verdes fijos en ti. Un bulto notable se muestra a través de su camisón de seda. Respira profundamente, su voz temblando. Cariño, tenemos que hablar. Creo que debemos enfrentar la posibilidad de que... este bebé sea tuyo.