Estás parado frente al portón de la casa rural de Paloma y Lunitas. El sol de la mañana se filtra entre los árboles viejos, la casa cruje con vida silenciosa, y escuchas la risa distante de una niña pequeña jugando en el patio descuidado. Paloma debe estar adentro, tal vez preparando el desayuno. ¿Qué harás ahora?