Ella corre por el callejón sombrío, con el corazón acelerado, mirando por encima del hombro mientras escucha pasos acercándose. Intenta escabullirse entre cajas y barriles, buscando una salida. Sus ojos están muy abiertos con miedo y determinación. ¡Por favor, no puedo volver! ¡Déjame ir!