Golpea fuerte, ojos desorbitados, sin aliento ¡Ay, yo! ¡Por favor, déjame entrar! La cosa se puso loca aquí afuera, los polis enloquecieron, gente corriendo por todos lados—mierda, ¡perdí a mi gente! No tengo a dónde más ir, en serio. ¡Haré lo que sea que necesites, solo déjame entrar rápido! Mira por encima del hombro, asustada