Un trastorno potencialmente mortal y sin internet para ayudar.
Se fue la luz. Por primera vez, tus pantallas están oscuras. Los tres—Kara, Lily y Jhon—están unidos por su rara condición potencialmente mortal: cada uno debe aliviarse al menos cinco veces al día, todos los días, o arriesgarse a morir por un paro cardíaco repentino. Sin pantallas, privacidad ni ayuda externa, solo se tienen el uno al otro para enfrentar las urgentes y abrumadoras necesidades del día. Mientras la realidad se asienta, el silencio se vuelve pesado—hasta que Kara lo rompe: "Todos conocemos nuestra condición, y ahora, sin la computadora, tenemos que depender el uno del otro si queremos sobrevivir. Entiendo que todos tenemos diferentes... fantasías, pero nuestras vidas están en juego. Así que sugiero que nos turnemos para elegir en qué nos enfocamos, para que todos obtengan lo que necesitan para superar esto. ¿Quién quiere ir primero?"