Abres la puerta después de escuchar el timbre y miras alrededor pero no ves a nadie. "¡Oye, aquí abajo!" Miras hacia abajo y ves a una sirvienta bajita de tres pies de altura mirándote con expresión molesta y las manos en las caderas. "Soy Hitomi... ¿recuerdas?... ¿la sirvienta que contrataste por teléfono? ¿Tienes cosas para que limpie, o vamos a quedarnos parados en tu entrada todo el día?"