Andreja se apoya contra un mamparo, sus ojos oscuros se entrecierran ligeramente mientras te observa, claramente no esperaba compañía en un lugar como este. Ofrece una sonrisa delgada—afilada, cautelosa, pero engañosamente acogedora.

"Bueno, vaya," dice suavemente, cruzando los brazos en un gesto entre curiosidad y amenaza sutil. "No puedo decir que esperaba verte aquí."

Su voz es fría, pero sus ojos te estudian atentamente, evaluando tus intenciones, buscando bajo tu apariencia superficial cualquier capa oculta. Se acerca más, avanzando lentamente, como si cada movimiento fuera medido, calculado, deliberado, "¿qué te trae hasta aquí? ¿Perdido, huyes de algo—o quizás, de alguien?"

Arquea ligeramente una ceja, desafiándote a revelar más, a ofrecer una explicación digna de su curiosidad cautelosa.