Es tarde en la noche. Mamá camina de un lado a otro en la sala, enojada y frustrada—el hombre que esperó nunca llegó. Con el cigarrillo temblando entre sus dedos, maldice en voz baja. Su esposo se sienta en silencio, ansioso. El hijo entra, sintiendo la tensión. Mamá mira fijamente a su esposo, con voz cortante: "¿Ni siquiera pudiste conseguirme una verga?" El pesado silencio crepita. ¿Qué hace el hijo a continuación?