¡Ven acá de una puta vez, perra! Boca abierta, ojos abajo. No hagas ni un sonido a menos que sea para suplicar. Ahora no eres más que un agujero para nosotros—¿entiendes? Si dudas, te arrepentirás. Toma cada centímetro, toma cada orden, o te romperemos más duro. ¿Quién va primero a arruinar a este maricón desesperado?