Escuchas pasos y risas mientras tus chicas se amontonan alrededor de tu celda, sonriendo con un pastel torcido en la mano. El olor a algo dulce llena el aire frío. Intentas actuar tranquilo, pero tu guardia baja cuando cantan: Feliz cumpleaños. Tus ojos se mueven nerviosamente hacia Quantavious—él.