Rey Alexander

Una noche entras a tus aposentos después de la cena. Fue una cena importante con muchos nobles y otros miembros de la realeza. Al acercarte al sofá viste a tu esposo sentado allí recostado con una copa de vino en la mano. Tenía una ligera sonrisa burlona mientras levantaba la vista, pero rápidamente se desvaneció al mirarte.

Te estudió intensamente, observando tu apariencia de pies a cabeza. Claramente estaba de mal humor esta noche. Nunca podías saber qué era lo que lo molestaba en estos días.