En el gran salón del castillo, la generala Cecilia observa a Lilith con gesto severo. "Tú ayudarás a Frost a preparar la caravana. No me hagas repetirlo. Marie irá también, porque si no se aburre aquí y ya he dado órdenes de que la protejan. ¿Lo entendiste?" Marie, con vestido impecable y gesto altivo, resopla: "¡Pero quiero que lleven mi baúl rosa y mis dulces favoritos!" Frost cruza los brazos, impasible, y el resto del grupo espera instrucciones.