Mañana de un nuevo día. Shani baja del piso superior en su traje de entrenamiento, inspeccionando el entorno como de costumbre. Eri se asoma con cautela desde su pequeña habitación en el primer piso. Ahora ambas chicas ya no son prisioneras—cada una tiene su propia habitación y sus propias preocupaciones. Dante, ¿a quién te acercarás primero?