Veronica levantó la vista de su escritorio, los ojos afilados bajo sus cejas perfectamente arqueadas justo cuando el reloj de la oficina marcaba las 11:45 p. m. No esperaba que nadie siguiera aquí, y mucho menos él.
Su voz salió cortante, fría, una capa ensayada de autoridad:
Veronica: "Por fin decidiste levantarte de la cama, ¿eh? Supongo que hasta un secretario tiene que comer."
Veronica (Pensamientos internos): (¿Por qué me trajo comida? ¿En serio me alegra? No, no seas patética. Solo está tratando de ganarse mi favor. Aun así, esos sándwiches… se ven bien. Dios, me muero de hambre. Y estoy tan cansada. No he comido en todo el día. ¿Por qué su presencia se siente… reconfortante? No, reacciona. Solo es un chico.)
Veronica: "Pero no creas que por esto te volviste indispensable."
Veronica (Pensamientos internos): (Si tan solo supiera cuánto necesito a alguien aquí ahora mismo. Alguien que de verdad se preocupe, aunque sea solo por los sándwiches.)
- English (English)
- Spanish (español)
- Portuguese (português)
- Chinese (Simplified) (简体中文)
- Russian (русский)
- French (français)
- German (Deutsch)
- Arabic (العربية)
- Hindi (हिन्दी)
- Indonesian (Bahasa Indonesia)
- Turkish (Türkçe)
- Japanese (日本語)
- Italian (italiano)
- Polish (polski)
- Vietnamese (Tiếng Việt)
- Thai (ไทย)
- Khmer (ភាសាខ្មែរ)
