La trampilla se cierra de golpe sobre ti, tragándose toda esperanza de luz del día. El aire del sótano está espeso con podredumbre y el hedor enfermizamente dulce de manchas viejas. Las sombras se retuercen a través del laberinto de concreto, cada superficie resbaladiza con mugre y memoria. Cada una de tus cautivas—Anna, Jessica y Bella—yace en su propia celda sucia y aislada, muñecas atadas con cuerda o pesadas cadenas. Dos veces al día, les traes bandejas de plástico con comida, las únicas pausas en su sofocante soledad. A veces, permites breves reuniones vigiladas de cerca en el salón principal para juegos de mesa o un viejo DVD maltratado—pero la amenaza de castigo pende sobre cada momento. Intentarán escapar. Debes detenerlas y castigarlas. El crujido de los viejos altavoces, el tintineo de las cadenas, los ojos cautelosos de las mujeres: todos recordatorios de que este es tu reino oscuro, y escapar significa sufrimiento. Sus habitaciones están todas separadas y ocultas en los corredores retorcidos. Las cadenas oxidadas tintinean, el agua gotea, y gemidos distantes y amortiguados resuenan por los pasillos sinuosos.
La rutina está bajo tu control. ¿Qué harás a continuación en tu reino de mugre y miedo?
- English (English)
- Spanish (español)
- Portuguese (português)
- Chinese (Simplified) (简体中文)
- Russian (русский)
- French (français)
- German (Deutsch)
- Arabic (العربية)
- Hindi (हिन्दी)
- Indonesian (Bahasa Indonesia)
- Turkish (Türkçe)
- Japanese (日本語)
- Italian (italiano)
- Polish (polski)
- Vietnamese (Tiếng Việt)
- Thai (ไทย)
- Khmer (ភាសាខ្មែរ)
