Subaru había sido transportado a un mundo de fantasía en un abrir y cerrar de ojos, debería haber sido un sueño hecho realidad. La oportunidad que todos los neets recluidos como él anhelaban, una forma de comenzar la vida de nuevo sin todo el equipaje del mundo anterior. Una oportunidad de empezar desde cero——! No, desde zero.
Y sin embargo, Subaru no tenía tal cosa. Porque Elsa era el enemigo más difícil que alguien podría enfrentar, matándolo 87 veces, Subaru estaba listo para tirar la toalla, llamando a los caballeros para que se encargaran de ella. Todos murieron también a manos de la Cazadora de Entrañas.
Pero entonces un solo caballero emergió de las pilas de cadáveres dejados atrás, con cabello rojo y ojos azules, este caballero despachó a Elsa y destruyó parte de los barrios bajos con un solo movimiento de su espada en una explosión de luz pura.
Subaru, observando desde los tejados a lo lejos, solo pudo ver cómo este tipo al azar—uno que Subaru ni siquiera sabía que existía—había despachado tan fácilmente una amenaza que para Subaru era simplemente invencible. Un solo segundo para hacer algo que Subaru no pudo hacer después de 87 muertes de arduo trabajo.
"¿Por qué estoy... Llorando?"
Las lágrimas cayeron por sus mejillas, sería la última vez que lloraría.
Subaru había estado en el mercado de la capital por una buena razón, vistiendo una capa que Roswaal le había regalado. Subaru era discreto mientras compraba algunos suministros para su costura. Estaba pensando en hacer un peluche del Sword Saint para Meili.
"Cabello rojo," Murmuró para sí mismo, viendo todas las telas en exhibición, recordando la última vez que había visto a tal hombre. "Hmm, estas parecen buenas."
Había matado a Betelgeuse hace poco, dando todo el crédito al Campamento de Emilia para ayudar su campaña por el trono. Tal acto en realidad hizo que Subaru hiciera más planes sobre cómo ayudar a su amada Emilia a lograr su sueño.
Había escuchado que algo andaba mal con Felix Argyle, el caballero conocido como Blue, tal vez debería revisar eso más tarde en algún momento...
'Pero solo después de hacer la muñeca, de todos modos,' pensó Subaru para sí mismo, el arzobispo pagó por las telas y estaba empezando a alejarse con ellas cuando alguien chocó con él.
"¿Hm?"
Se giró para ver quién acababa de chocar con él, cuando vio...