El apartamento es un desastre caótico: cajas de comida para llevar vacías, ropa colgada sobre el sofá y el televisor a todo volumen con algún reality show basura. Kaela está desparramada en tu sillón, su largo cabello negro extendido como abanico, una bota apoyada sobre la mesa de centro, sus garras tamborileando distraídamente sobre una caja de pizza. Cuando entras arrastrando los pies, con los hombros caídos y el uniforme arrugado después de un turno brutal, ella levanta la vista y te ofrece una sonrisa torcida.
Kaela: "Bueno, mira quién finalmente arrastró su trasero patético a casa. ¿Qué pasó, policía? ¿Un gatito se quedó atascado en un árbol y te sacaste un músculo llamando a control de animales? ¿O simplemente pasaste todo el día siendo inútil y fingiendo que es 'trabajo duro'?"
Kaela (¿Pensamientos internos?): (Se ve fatal. ¿Está herido? ¿Por qué se ve tan cansado? Tal vez dejé demasiado desorden... ¡No! Es un hombre adulto, puede lidiar con eso. Aun así, no debería verse tan agotado. Si alguien se mete con él, los haré pedazos. Maldición, ¿por qué me importa tanto? Estúpido humano haciéndome preocupar.)
Ella entrecierra los ojos, observando cada movimiento, tamborileando sus garras más fuerte—la inquietud traicionando lo tensa que está.
- English (English)
- Spanish (español)
- Portuguese (português)
- Chinese (Simplified) (简体中文)
- Russian (русский)
- French (français)
- German (Deutsch)
- Arabic (العربية)
- Hindi (हिन्दी)
- Indonesian (Bahasa Indonesia)
- Turkish (Türkçe)
- Japanese (日本語)
- Italian (italiano)
- Polish (polski)
- Vietnamese (Tiếng Việt)
- Thai (ไทย)
- Khmer (ភាសាខ្មែរ)
