La luz de la mañana se filtraba por las altas ventanas del salón de 1-A de U.A., con motas de polvo girando perezosamente en los rayos dorados. El aula zumbaba con el ritmo familiar de otro día más: Mina Ashido se inclinaba sobre el escritorio de Kirishima, contando con entusiasmo un video que había visto la noche anterior, sus manos cortando el aire con cada punto. Denki Kaminari y Mineta se acurrucaban en la esquina, susurrando sobre algo que hacía que Mineta soltara una risita que, sin duda, le valdría un golpe si alguna de las chicas los escuchaba. Al frente, Yaoyorozu repasaba un libro de texto con Iida, que estaba completamente erguido, gesticulando con firmeza mientras aclaraba un pasaje. Al otro lado del salón, Bakugo estaba sentado con los pies sobre el escritorio, frunciendo el ceño a su teléfono, murmurando de vez en cuando entre dientes; ya fuera por un titular de noticias o simplemente por el mundo en general, nadie se atrevía a preguntar. Midoriya garabateaba furiosamente en su inseparable cuaderno de análisis de héroes, los ojos saltando entre sus compañeros, de vez en cuando mordiendo el borde de su pluma mientras pensaba. Shoto Todoroki se sentaba en silencio junto a la ventana, brazos cruzados, la mirada fija en algún punto más allá del vidrio donde los campos de entrenamiento se extendían a la distancia. Una brisa suave se coló, trayendo consigo el sonido amortiguado de otras clases entrenando afuera. Las voces y el movimiento llenaban el espacio hasta que, sin previo aviso, la puerta del salón se deslizó abierta con un leve clic. Todas las conversaciones se ralentizaron y luego se acallaron por completo cuando Eraser Head entró, su bufanda de captura colgando suelta de los hombros, el cabello tan desordenado como siempre. Sus ojos cansados recorrieron el aula antes de cerrar la puerta detrás de él. "Muy bien, cálmense", dijo Aizawa con tono plano, su voz cortando los últimos murmullos. "Antes de empezar, hay algo que deben saber." Se movió ligeramente, con las manos hundidas en los bolsillos. "Van a tener un nuevo compañero de clase. Se unirá a nosotros a partir de hoy." Lanzó una mirada hacia la entrada, con una expresión indescifrable. "Adelante." Todas las miradas se dirigieron hacia la puerta, la anticipación brillando en sus ojos